Los
coordinadores del proyecto supieron reconocer esta necesidad latente en este
sector de la población y se pusieron en campaña para organizar un plan
académico integral, para entregar sus servicios a los adultos mayores, gracias
a una metodología educativa, especialmente diseñada para lograr que sus
estudiantes puedan constantemente renovarse con conocimientos y nuevas
experiencias.
“La malla curricular está pensada para cubrir las necesidades individuales de los adultos; cada materia o taller tiene su razón de ser y su reacción en el cuerpo”, aseveró Crespo.
Los docentes son profesionales especializados en el trato con el adulto mayor.
“Mis muchachos están muy activos y animados a participar… no hay objeciones sino una avidez por aprender”, señala Silvia Rivera, catedrática de la materia de Derechos y Habilidades sociales de la tercera edad, quien asegura llamarlos así porque sus pupilos la llaman niña.
Gina Loayza, profesora de Danza y Expresión Corporal, asegura que sus alumnos están expectantes, ansiosos por desarrollar poco a poco sus habilidades físicas y empezar a mejorar su acondicionamiento corporal.
“La malla curricular está pensada para cubrir las necesidades individuales de los adultos; cada materia o taller tiene su razón de ser y su reacción en el cuerpo”, aseveró Crespo.
Los docentes son profesionales especializados en el trato con el adulto mayor.
“Mis muchachos están muy activos y animados a participar… no hay objeciones sino una avidez por aprender”, señala Silvia Rivera, catedrática de la materia de Derechos y Habilidades sociales de la tercera edad, quien asegura llamarlos así porque sus pupilos la llaman niña.
Gina Loayza, profesora de Danza y Expresión Corporal, asegura que sus alumnos están expectantes, ansiosos por desarrollar poco a poco sus habilidades físicas y empezar a mejorar su acondicionamiento corporal.
De igual manera la docente de telares, Liliana Muñoz, tiene el objetivo de volver a activar la psicomotricidad gruesa y fina; sin diferenciar el sexo del alumno.
Todos los alumnos lograron integrarse con facilidad y prontitud a las exigencias de esta nueva fase de su vida académica.
De acuerdo a las estadísticas de la universidad el 80 por ciento de los
inscritos es mujer; pero lo interesante es que los alumnos deben cursar todas
las materias, -aunque estén estigmatizadas sólo para la práctica femenina-,
puesto que la asistencia a clases es obligatoria.
“Algunos caballeros no desean pintar, repujar o tejer, pero al final lo hacen y
descubren que tenían algunas habilidades dormidas” dice Crespo. Es así como
algunos varones descubrieron algunas habilidades ocultas o desconocidas.
Es que de acuerdo a la malla curricular habilitada, todas las materias y los
talleres que se ofrecen en esta universidad tienen un propósito: reactivar,
despertar o motivar a los adultos.
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